Después de que el famoso actor Johnny Depp lograra ganar la afrenta legal en contra de su ex esposa Amber Heard, debido a falsas acusaciones de violencia doméstica, muchas estrellas del medio se han animado a hablar en contra de algunas injusticias.
¿Brad Pitt seguirá los pasos de Johnny Depp?
Una nueva polémica se abre paso en el mundo del espectáculo debido a las acusaciones que realizó el actor Brad Pitt en contra de su ex esposa Angelina Jolie
Este parece ser el caso de Brad Pitt, quien recientemente ha acusado a su también ex esposa, Angelina Jolie, por "dañar su reputación". Según el actor, Angelina dañó deliberadamente la reputación de su compañía de vinos en Francia, para luego vender su parte su parte sin el consentimiento de ambos a un individuo extraño para la pareja.
En 2008, la pareja había adquirido la participación mayoritaria en Chateau Miraval, ubicado en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, Francia. Dicha propiedad, está valorada en unos 164 millones de dólares.
Posee una mansión de 35 habitaciones y un viñedo, el cual la pareja había estado utilizando para desarrollar un lucrativo negocio de vinos. De acuerdo a los abogados, los artistas habían acordado no vender su parte sin consentimiento, sin embargo, la actriz infringió este pacto sin previo aviso y sin tomar en cuenta a Brad Pitt, pasando su parte al oligarca ruso Yuri Shefler, un extraño entre ambos.
Por obvias razones, la situación provocó un enorme descontento al actor, quien inició una demanda en contra de Angelina, con quien estuvo casado por cinco años. El equipo del actor encargado de la causa legal abierta por la venta de esta propiedad, acusa a Jolie de dañar a su ex marido intencionadamente al vender sin consentimiento la parte de la compañía que le correspondía.
Además de esto, la defensa de Pitt sostiene que Jolie no solo no contribuyó en “nada” al éxito de Miraval, proyecto que apasionaba al actor, sino que consumó la venta “en secreto” y violando intencionalmente las condiciones del pacto con su ex esposo, según las cuales ninguno de los dos podía vender sus intereses en ese negocio sin el consentimiento del otro.